siete, casi ocho años tenía yo cuando el terremoto de 1985. recuerdo algunas cosas. el departamento se movía, mi papá gritaba que dejáramos de mover la cama, mamá ya había salido a su trabajo. lola y yo nos fuimos a la escuela como cada día... unas dos horas después nos enviaron de vuelta a casa... mi mamá y mi papá miraban paralizados la pequeña televisión, ruinas por todos lados, gente quitando escombros... no sé si mi hermana o yo dijimos 'mamá!, estás aquí!'... no llegó a su trabajo, el edificio se derrumbó... al día siguiente, el siguiente temblor, reacción de pánico, las imágenes que habíamos visto por horas advertían lo que podría volver a suceder... lo mío es un recuerdo vago, muy vago, y cada año vuelvo a leer alguna crónica, algún recuento de ese sólido nacimiento de la participación ciudadana y la organización civil para atender los problemas sociales. solidaridad, hermosa y digna palabra. y cada año me vuelvo a emocionar y hasta se me hace un nudo en la garganta.
pero este año sólo he podido guardar silencio, no sentí esto ni a las 15, ni los 20 ni los 25 ni a los 27... sólo a mis 30. un algo que no puedo describir. escuchando las narraciones originales de los noticieros mi mente no sabe dónde ubicarse. solidaridad, viene otra vez a mi cabeza. ¡Qué cabrón, me quedo sin palabras! fue lo único que pude decirle a cecilia esta tarde.
los edificios no se nos caen ahora, pero aun así parece que algo se derrumba en este tricolor país. y ora para escombrarlo? levantarlo?
y no dejo de pensar en la solidaridad
1 comentario:
Qué fuerte, yo no lo recordaba hasta que leí tu entrada.
Yo mejor ni recordar cuántos años tenía....pero sí recuerdo muy bien las imágenes en mi casa.
¿Cómo levantar a nuestro México? Si fuera tan fácil, no estaríamos luchando, con granitos de arena.
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