Porque no sé cuál sí... ni siquiera si tengo uno a la mano.

Elijo también clavar la mirada en el horizonte, lo que crea la sensación de distorsiones a mi alrededor.
Elijo no elegir, y como eso no es posible, vuelvo al silencio, a la mirada en el horizonte. Y me vuelco hacia adentro, a ver si me ubico entre los caminos imaginados... algunos propios y algunos robados.
1 comentario:
Hola amiga,
Si tú eliges no, yo elijo a veces. Porque no siempre quiero tener certezas de que estoy haciendo lo correcto, y tropezar y caer, pero ahora sé que hay algunas decisiones que tomar y no encuentro el coraje para hacerlo. A ver si me animo a elegir.
Un abrazo desde Chile.
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