domingo, 2 de diciembre de 2007

herida de guerra

sobreviví... no sé si gané la guerra, ni siquiera creo que ésta haya terminado. Tal vez se trató sólo de la primera batalla que me dejó una herida... Una herida pequeña, discreta, casi imperceptible, a pesar de estar en el rostro. Habría que observar mucho y detenidamente para verla. Una herida de la que me enorgullezco. Sé que no dejará cicatriz, se volverá invisible, al menos en lo superficial. Pero estoy segura de que marcó más allá de lo que los ojos pueden ver. Un pinchazo en el corazón, esas son las palabras con las que la puedo describir. Creo que hasta allá llegó -o hasta acá si hablo conmigo y para mis adentros. Pero eso sólo lo sabré con el tiempo. Por lo pronto, una imagen donde la herida no se ve, aunque ahí está, sólo el contrincante que me tomó por sorpresa la podrá encontrar... una herida que me hace sonreir.

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