viernes, 11 de julio de 2008

la ruta

empieza casi siempre en la cabeza, recorre el oído derecho y hace retumbar las muelas que inconscientemente se aprietan unas con otras, las de arriba con las de abajo. entonces continúa el descenso, cruza el cuello, se encamina hacia la espalda, baja, lenta-agresiva-mente. se instala ahí, se retuerce de un extremo al otro. no se va, no se va. desaparece y reaparece entre las cejas, en la nariz... en la cabeza. todos los lugares que ha visitado quedan sensibles, incluso algo heridos. 
es el canijo temor, de aquí y de allá, de sí y no, de no lo sé.
cada día... cada día.

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